De acuerdo con la normativa actual, cualquier persona puede comprar un dron y, aunque hay que respetar una legislación provisional que restringe su uso, apenas hay controles que comprueben que son empleados de forma correcta. En palabras de Joaquín Muñoz, 'cuando uno compra un dron, no hay registro alguno del titular para tenerlo controlado ante posibles usos fraudulentos'. Una práctica que puede ser peligrosa, no solo porque un mal uso puede ocasionar daños a personas y bienes materiales, sino porque puede ser utilizado con fines tan delicados como el terrorismo.
Sin embargo, si se adquiere el dron para un uso profesional, sí que es necesario darse de alta como operador, pagar un seguro de responsabilidad civil y que quien lo maneje sea un piloto autorizado.
Joaquín Muñoz ofreció la perspectiva legal sobre el mercado de drones en el evento de Legal Hackers Asturias que tuvo lugar en el Espacio Circus de Oviedo.
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